¿Cómo “bajar” el colesterol y los triglicéridos? Según información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las dislipidemias o lípidos en sangre son un problema frecuente, por ejemplo triglicéridos y colesterol alto. Estas son sus recomendaciones para controlar los lípidos en sangre
Te recomendamos: 5 claves para un sándwich saludable
¿Cómo “bajar” el colesterol y los triglicéridos? 5 secretos
Las dislipidemias suelen ser asintomáticas, esto significa que no presentan ninguna molestia o dolor al estar padeciéndolas.
Al respecto, información de la UNAM refiere que para las personas con dislipidemias, ya sea colesterol alto o triglicéridos altos, estén o no bajo tratamiento farmacológico, la adopción de algunas de las siguientes recomendaciones pueden mejorar los niveles de lípidos o grasas en sangre:
1.Reemplazar productos de granos refinados como pan industrializado, pasteles y galletas por granos integrales con alto contenido de fibra.
2.Beber agua natural, té sin azúcar y agua mineral en lugar de refrescos y jugos de frutas endulzados con azúcar.
3.Limitar el consumo de lácteos enteros, helados, quesos añejos o amarillos y algunos aceites vegetales como el de coco y palma, por su alto contenido de grasas saturadas.
4.Incluir verduras en cada tiempo de comida principal.
5.Limitar la cantidad de bebidas alcohólicas y de ser posible, evitarlas.
También te recomendamos: 7 síntomas más graves del narcicismo
¿Por qué “sube” el colesterol?
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud (Ssa), las dislipidemias son alteraciones que se manifiestan en concentraciones anormales de algunas grasas en la sangre, principalmente colesterol y triglicéridos:
“Su causa puede deberse a factores hereditarios, pero también puede ser por una alimentación inadecuada rica en grasas y la inactividad física. La complicación más importante de las dislipidemias a largo plazo suele ser infartos en el corazón, ateroesclerosis (acumulación de grasa en las arterias), que pueden originar un trombo (taponamiento de arterias) y hemorragias cerebrales”.
Con información de: UNAM y Secretaría de Salud