Lámparas de uñas pueden dañar el ADN y provocarían cáncer de piel

Las lámparas de uñas son uno de los indispensables en muchos estudios y salones de belleza pues la moda es llevar uñas largas y decoradas, sin embargo, ¿cuáles son los riesgos de las lámparas de uñas?
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Lámparas de uñas pueden dañar el ADN y provocarían cáncer de piel
Este tipo de lámparas de uñas emiten radiación ultravioleta (UV), explican los especialistas:
“Están diseñadas para acelerar el proceso de secado de esmaltes en gel, logrando un acabado brillante y duradero”.
En ese sentido, un artículo publicado por científicos de la Universidad de California, advierte los efectos de la radiación ultravioleta que emiten estas lámparas de uñas para acelerar el secado de los esmaltes de uñas, en la salud.
El artículo surge de la sospecha en una posible relación entre el uso de estas lámparas y algunos casos de carcinomas de células escamosas y queratosis actínicas detectados en sus usuarios:
“Por ahora no se han registrado muchos casos, pero sabemos que hay pacientes que, por ejemplo, utilizaron estas lámparas con una frecuencia bimensual durante quince años”.
Los resultados obtenidos por los científicos indicaron un aumento significativo en la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que llevó a la formación de daño oxidativo en el ADN, particularmente en la molécula llamada 8-oxo-dG. Este daño oxidativo contribuye a que se formen mutaciones de base C>A en el genoma:
“Estas mutaciones puntuales, acumuladas con el paso del tiempo, pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de piel”.
Aunque los tumores cutáneos están asociados sobre todo a la radiación UVB, este nuevo estudio respalda la hipótesis de que la radiación UVA, emitida por dispositivos como las lámparas de manicura, también puede tener un efecto genotóxico.
El estudio concluye que, si bien hace falta más investigación epidemiológica de largo plazo, el uso frecuente de estos aparatos podría tener un impacto adverso en la salud a nivel molecular, fomentando el desarrollo de mutaciones en el ADN de las células cutáneas.
Así, la explicación es que la radiación UVA penetra a través de las capas superficiales de la piel y llega hasta la dermis. Allí, interactúa con las moléculas de ADN directa o indirectamente a través de la generación de radicales libres y ROS:
“Estos radicales libres ocasionan estrés oxidativo, que a su vez altera la estructura del ADN y las proteínas celulares que participan en la reparación genética. Cuando el daño no es reparado de forma adecuada, se generan mutaciones que pueden acumularse y, finalmente, conducir a la transformación neoplásica”.
¿Cómo funcionan las lámparas de uñas?
Las lámparas UV utilizadas en manicura emiten radiación UVA en un rango de entre 365 nm y 395 nm, lo que permite polimerizar compuestos químicos presentes en los esmaltes de gel:
“Esto acelera el endurecimiento del esmalte y posibilita obtener resultados estéticos de alta calidad en poco tiempo. Sin embargo, la piel de las manos (incluyendo uñas y dedos) queda expuesta, a menudo sin protección, a esta radiación UVA”.
Existen distintos modelos de lámparas de secado de esmalte de uñas (ultravioleta, LED…), pero todas emiten radiación UV ya que sin ella no se conseguiría el objetivo de secado rápido.
Así, los expertos aseguran que incluso el más intenso de estos dispositivos presenta solo un riesgo UV moderado.
Recomendaciones de seguridad para usar lámparas de uñas
Un artículo en Skin Cancer Foundation señala que hay cosas que pueden hacerse para prevenir los posibles daños de las lámparas de uñas.
“Se recomienda aplicar un amplio espectro (UVA/UVB) protector solar para las manos 20 minutos antes de que sus manos estén expuestas a la luz ultravioleta”.
Sin embargo, incluso esta precaución no protege contra subungueal (debajo de la uña) carcinoma de células escamosas, una forma rara pero potencialmente agresiva de cáncer de piel.
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Finalmente, si haces una manicura regular, la apuesta más segura es dejar que las uñas se sequen al aire de forma natural, evitando las lámparas de secado por completo o usar un soplador de aire o un ventilador sin luces ultravioleta.