Nutrición y dietas
10 recomendaciones para cuidar la microbiota
¿Cómo cuidar y mejorar la microbiota? El microbioma, popularmente conocido como “microbiota” o “flora intestinal”, se ha relacionado con un mejor estado de salud, no solamente digestiva, te decimos cómo mejorar o recuperar la microbiota.
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10 recomendaciones para cuidar la microbiota
Un microbioma sano es el objetivo de muchas personas y según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), la microbiota es un conjunto de microorganismos que se encuentran en el cuerpo y que cumplen funciones importantes en la salud y enfermedad, incluso, actúa como un órgano más.
En ese sentido, una publicación en la Revista Gastroenterología de México, señala que la microbiota es indispensable para el correcto crecimiento corporal, el desarrollo de la inmunidad y la nutrición:
“Las alteraciones en el microbioma podrían explicar, por lo menos en parte, algunas epidemias de la humanidad como el asma y la obesidad. La disbiosis se ha asociado a una serie de trastornos gastrointestinales que incluyen el hígado graso no alcohólico, la enfermedad celíaca y el síndrome de intestino irritable”.
Así, te presentamos las siguientes recomendaciones con el objetivo de brindar una guía para una microbiota sana y una salud digestiva adecuada:
- Consumir grasas de calidad nutritiva
- Reducir el consumo de carne procesada
- Mantener una alimentación variada
- Evitar estrés, tabaco, alcohol y sedentarismo
- Consumir alimentos fermentados.
- Probióticos y probióticos
- Dile no al azúcar
- Evita automedicarte porque algunos medicamentos pueden dañar, por ejemplo, los antibióticos mal prescritos
- Dormir por lo menos 8 horas
- Meditación y yoga para relajarte.
¿Dónde “vive” la microbiota?
El ecosistema microbiano del intestino (microbioma intestinal) incluye muchas especies nativas que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal, y una serie variable de microorganismos que solo lo hacen de manera transitoria:
“Al conjunto formado por los microorganismos, sus genes y sus metabolitos se le denomina microbioma. El microbioma humano se refiere a la población total de microorganismos con sus genes y metabolitos que colonizan el cuerpo humano, incluyendo el tracto gastrointestinal, el genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio y la piel”.
Al hablar de microbioma surgen términos como probióticos, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son microorganismos vivos que, si se administran en cantidad suficiente, tienen efectos beneficiosos para la salud:
“Dichos microorganismos pueden influir en la microbiota intestinal cuando transitan por el tracto gastrointestinal, utilizando mecanismos similares a los de nuestras bacterias nativas para mejorar nuestro estado de salud”.
Están presentes de forma natural en ciertos alimentos como yogures, queso, chucrut y también existen en forma de medicamentos y complementos alimentarios.
Otro de los términos muy relacionados con microbioma o la “flora intestinal” son los prebióticos, que son hidratos de carbono complejos que nuestro cuerpo no puede digerir y favorece el crecimiento de las bacterias “buenas” de la microbiota intestinal, siendo las bifidobacterias y los lactobacilos los más conocidos, y presentes en el plátano, cebolla, ajo, endibias, alcachofas, puerros, legumbres secas y cereales integrales.
También existen los productos que contienen a la vez prebióticos y probióticos, son los simbióticos, cuyo objetivo es restaurar y/o mantener la buena salud de la “flora intestinal” .
Ayudan además a proliferar el intestino con microbios beneficiosos específicos:
“Los probióticos son una buena forma de ingerir la cantidad y diversidad apropiadas de microorganismos beneficiosos, principalmente compuestos por bacterias, pero también levaduras”
Consulta siempre con un especialista…
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Finalmente, recuerda que cualquier tema de alimentación debe ser consultado con un especialista, evita seguir tendencias o recomendaciones de dudosa evidencia y confiabilidad.
Con información de: Fundación Española del Aparato Digestivo, Organización Mundial de la Salud y Revista Gastroenterología de México
Fotografía: UNAM Global