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Prevención

Discriminación modifica la interacción cerebro- intestino

Ingrid Consuelo Silva 11 octubre, 2023 1312

¿Cuáles son los efectos de la discriminación en la salud? De acuerdo con una nueva investigación, las personas expuestas frecuentemente a la discriminación racial o étnica pueden ser más susceptibles a enfermedades como la obesidad, lo cual se explicaría, en parte, por la respuesta al estrés que modifica los procesos biológicos y la manera en que se procesan las señales alimentarias.

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Al respecto, información del Museo Memoria y Tolerancia refiere que la discriminación sucede cuando dejamos que nuestros prejuicios acerca de los demás se materialicen en una actitud de rechazo:

“Los motivos más habituales de discriminación son el origen étnico o nacional, la lengua, la religión, el género, la orientación sexual, la edad, el aspecto físico, el nivel socioeconómico y las opiniones políticas”.

Efectos de la discriminación en la salud: altera interacción cerebro- intestino

La investigación realizada por científicos de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y publicada en la revista Nature Mental Health es la primera en examinar directamente los efectos de la discriminación en las respuestas a distintos tipos de alimentos, según la influencia del sistema cerebro-intestino-microbioma (BGM).

Al respecto, Arpana Gupta, investigadora y codirectora del Centro del Microbioma Goodman-Luskin de la UCLA y del Centro G. Oppenheimer de Neurobiología del Estrés y la Resiliencia de la UCLA señala:

“Examinamos relaciones complejas entre la exposición a la discriminación autodeclarada y la mala elección de alimentos, y podemos ver que estos procesos conducen a un incremento de los antojos de alimentos poco saludables, especialmente los dulces, pero también se manifiestan como alteraciones en la comunicación bidireccional entre el cerebro y el microbio intestinal”.

Interacción cerebro- intestino: el inevitable cambio

Gupta explica que los hallazgos muestras que la interacción cerebro- intestino de una persona  puede cambiar en respuesta a experiencias continuas de discriminación, afectando así la elección de alimentos, los antojos, la función cerebral y contribuyendo a alteraciones en la química intestinal que han sido implicadas en la inflamación y el estrés.

Por otro lado, el doctor Hiram Beltrán-Sánchez, profesor asociado de ciencias de la salud comunitaria en la Escuela Fielding de Salud Pública de UCLA explica los cambios cerebrales:

“Descubrimos que los cambios en el cerebro, en respuesta a experiencias de discriminación, afectan la forma en que nuestro intestino procesa lo que comemos, lo que se asocia con un mayor riesgo de desarrollar obesidad”.

Los hallazgos se basan en los resultados de escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional, técnicas sofisticadas de modelado estadístico y análisis de metabolitos de la vía del glutamato en el tracto digestivo.

La investigación…

Los participantes incluyeron 107 personas (87 mujeres y 20 hombres) de diversos orígenes raciales y étnicos que completaron un cuestionario validado y ampliamente utilizado que mide las experiencias crónicas de trato injusto.

Según sus puntuaciones, las respuestas de los participantes se dividieron en grupos de “alta exposición a la discriminación” y “baja exposición a la discriminación”.

Todos los seleccionados proporcionaron muestras de heces, también completaron una tarea de “señal de comida” mientras se realizaban escáneres cerebrales por resonancia magnética para evaluar las respuestas del cerebro a imágenes de cinco tipos diferentes de alimentos: poco saludable, rico en calorías y sabroso; poco saludable, alto en calorías, dulce; saludable, bajo en calorías, salado; saludable, baja en calorías, dulce; y no alimentarios (imágenes pixeladas creadas a partir de fotografías de alimentos).

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Finalmente, los resultados mostraron que en las personas que reportaron más experiencias de discriminación, las señales de alimentos no saludables provocaron una mayor activación en regiones del cerebro asociadas con el procesamiento de recompensas, la motivación, los antojos y las respuestas del apetito. Estas regiones se han relacionado con los aspectos de “bienestar” derivados del consumo de determinados alimentos.

Con información: infosalus y Museo Memoria y Tolerancia

Fotografía: TEC

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